La ciencia del bienestar ha demostrado su capacidad para influir en varios campos de las ciencias sociales, incluidos los avances en el conocimiento sobre cómo las personas logran ser felices y superar la adversidad. Aunque también han aparecido críticas a los puntos de vista más positivistas e individualistas, la psicología positiva se ha expandido lo suficiente como para incluir científicos y profesionales críticos y reflexivos dentro de sus filas. Quizás uno de los aspectos que queda por explorar es la aplicabilidad de ciertos enfoques cuando se trabaja con las partes interesadas. Las características especiales relacionadas con visiones o ideologías divergentes del mundo pueden ser desafiantes. Del mismo modo, trabajar con poblaciones que luchan contra la exclusión social, la salud mental o las condiciones generales de salud podría obstaculizar nuestra motivación para intervenir en el mundo real.
En esta presentación trataremos temas delicados, como conflictos entre socios del proyecto, paternalismo al intervenir con poblaciones desfavorecidas, capacitismo al cooperar con socios no académicos y otros temas que son incómodos de tratar, pero que encontramos fundamentales cuando tratamos de traer nuestro conocimiento al mundo real. Nuestro objetivo no es dar recetas que funcionen siempre, sino alentar la reflexión y la autocrítica para fortalecer nuestra disciplina.